La Internet que conocemos hoy en día es muy diferente a la de hace diez años. Al principio, la web luchó por establecerse, pero desde 1993 en adelante hemos sido testigos de un crecimiento constante en el acceso a Internet por parte de los usuarios. Según algunas estimaciones, ya en 1998 los ordenadores conectados a Internet ya eran cientos de millones. Hoy en día, el mundo gira en torno a Internet, que se ha convertido en sinónimo de globalización. Basta pensar, por ejemplo, en el uso de las redes sociales. Un estudio confirma que el 67,8% de los europeos conoce al menos una red social, una cuota que se eleva al 91,8% entre los jóvenes (14-29 años), pero aún se sitúa en el 31,8% entre los mayores de 65 años.

El mundo del trabajo también ha cambiado por completo. Actualmente la gente trabaja desde casa gracias al smart working y la red ha creado nuevas figuras profesionales impensables hasta hace unos años. ¿Y el entretenimiento? Netflix, Infinity, NowTv son solo algunos de los servicios de streaming disponibles en tu pantalla de inicio, que llevan el cine a tu hogar y redefinen el entretenimiento.

¿Cómo defenderse de los riesgos?

En primer lugar, para defenderse de los riesgos de la red, siempre debes elegir sitios conocidos y seguros, nunca abrir correos electrónicos sospechosos. Una de las formas más efectivas de navegar de forma segura es utilizar una VPN. Pero, ¿qué es una VPN? Es una red privada virtual que crea una ruta virtual cifrada entre el ordenador y el servidor. De esta forma podemos navegar de forma segura ya que se vuelve imposible conocer el origen de la conexión. Este sistema enmascara la dirección IP, garantiza el anonimato y protege los datos personales.

No es casualidad que esta sea una de las soluciones más adoptadas tanto en el mundo laboral como en el ámbito privado. En la práctica, gracias a una VPN, usas un servidor diferente al de la red que estás usando. Esta red puede cifrar datos, es decir, convertirlos en código que no puede ser traducido por fuentes no autorizadas. Además, una VPN puede usar tunelización, un protocolo que encapsula información en un formato diferente. Este protocolo oculta la información enviada y recibida mientras usas Internet en su red privada.

Al navegar por la red sin una VPN, los piratas informáticos podrían interceptar la comunicación para ver lo que haces y así reconocer todos los datos que provienen de tu ordenador. Una VPN, por otro lado, evita que esto suceda cuando los datos llegan por primera vez al servidor de red privada, donde se vuelven a convertir y se ocultan. Estos datos se envían desde la red VPN al destino final y de forma privada. Por lo tanto, usar una VPN hace que la conexión a Internet sea mucho más segura. Los datos se encriptan de forma remota en el servidor privado para garantizar su confidencialidad.

Una VPN también se puede usar con teléfonos inteligentes y es algo muy importante dado el uso intenso de los teléfonos inteligentes (para compras, correos electrónicos y trabajo). Esto hace que sea más difícil para los piratas informáticos recopilar información de los teléfonos. En resumen, una conexión VPN es lo que necesitas para proteger tu actividad online y salvaguardar tus datos personales. Lo cierto es que debes utilizar única y exclusivamente redes VPN seguras y reconocidas para tener un control total.

Internet y los riesgos

Sin embargo, Internet no es un paraíso sin problemas. En la web, existen numerosos riesgos que deben evitarse para todos los usuarios. En los últimos meses, uno de los riesgos más graves se refiere al phishing, es decir, el fenómeno de los ataques de hackers a los correos electrónicos de miles de millones de usuarios en todo el mundo. Hay más de 3.800 millones de usuarios de correo electrónico en todo el mundo. Desde 2018 hasta la actualidad, el fenómeno del phishing se ha incrementado en un 250%.

Por otro lado, la experiencia diaria nos dice que a menudo no leemos todos los correos electrónicos que llegan. Gracias a los correos electrónicos falsos, las personas malintencionadas pueden robar datos de autenticación (principalmente nombre y contraseña) haciendo que el usuario los ingrese en una página falsa.