AMD ha presentado su nuevo chipset A620 para la última generación de procesadores Ryzen 7000, disponible en el nuevo socket AM5. El objetivo de este chipset es el mercado de gama económica, ya que las placas basadas en A620 tienen un precio de tan solo 85 dólares, lo que supone una reducción de al menos 50 dólares respecto a las B650 más económicas.
Según AMD, este chipset ofrece una "plataforma simplificada y fiable con numerosas opciones de conectividad y ancho de banda", incluyendo memoria DDR5, tecnología AMD EXPO, overclocking de memoria con un solo clic y hasta 32 canales PCIe 4.0 para satisfacer las necesidades de los usuarios domésticos y profesionales. Aunque aún no se tienen detalles más precisos, es importante destacar que los chipsets B650 tienen hasta 36 canales PCIe, mientras que los X670 de gama alta cuentan con 44. Otras diferencias se observan en el número total de puertos USB y SATA.
Tras el anuncio de AMD, varios fabricantes asociados, como Gigabyte y ASUS, han presentado sus propuestas personalizadas. En el caso de ASUS, se han dado algunos detalles más, como un solo slot de expansión PCIe 4.0 x16 conectado directamente a la CPU, dos slots de expansión PCIe 3.0 x1 provenientes del chipset, dos slots M.2 2280 PCIe 4.0 x4 para SSD, cuatro puertos SATA III y soporte para RAID 0, 1 y 10 gracias a AMD RAIDXpert2.
En cuanto a la conectividad, la ASUS TUF A620M-Plus cuenta con Wi-Fi 6, Bluetooth 5.3 y Ethernet 2.5 Gigabit, mientras que la ASUS Prime A620M-A solo cuenta con Ethernet 1 Gigabit. En cuanto a la salida de vídeo, la ASUS TUF A620M-Plus tiene dos puertos DP 1.4 y uno HDMI 2.1, mientras que la ASUS Prime A620M-A cuenta con un puerto DP 1.4, un puerto HDMI 2.1 y un puerto VGA.
En las últimas semanas se ha hablado de la posible ausencia de soporte para overclocking de procesadores y la tecnología CrossfireX. Esta última no parece una gran pérdida hoy en día, y el PCIe 5.0 también resulta poco útil, ya que todas las tarjetas de vídeo, incluso las más recientes, todavía se basan en la versión 4.0, y los SSD 5.0 están empezando a aparecer solo ahora. Además, las diferencias de velocidad son prácticamente imposibles de notar en escenarios de uso intensivo para el consumidor.