La identificación por radiofrecuencia (RFID) se desarrolló para reemplazar el escaneo de códigos de barras convencional. La tecnología RFID utiliza una comunicación de corto alcance que puede ser leída automáticamente por sensores. La misma tarea se realiza con mayor eficiencia, menos tiempo y mayor precisión.
La lectura de un código de barras requiere que el lector se acerque al código, con un ángulo y tiempo exactos para interpretarlo. Básicamente es el mismo que se usa en los supermercados.
Su funcionamiento es sencillo, compuesto por un transceptor (antena) que captura y almacena los datos en el propio lector, y un transpondedor (etiqueta de radiofrecuencia), que contiene el circuito y la información a transmitir. La etiqueta se aplica a varios objetos, incluidos los animales.
Hay dos tipos de etiquetas de radiofrecuencia, pasivas y activas. Las pasivas utilizan la radiofrecuencia del lector para transmitir la señal, generalmente se fabrican con datos definidos, pero también se pueden regrabar. Mientras que el activo, tiene un circuito con batería que transmite la señal al lector con mayor alcance, más sofisticado, y tiene la capacidad de almacenamiento en memoria RAM.
¿Cómo surgió?
El origen de la tecnología RFID se remonta a la Segunda Guerra Mundial, en los sistemas de radar utilizados por Alemania, Japón, Inglaterra y Estados Unidos. Estos radares permitían notificar la aproximación de aviones, facilitando la preparación de defensas ante ataques enemigos.
Los radares de la Segunda Guerra Mundial ya utilizaban el sistema de identificación por radiofrecuencia. Este sistema de radar fue "inventado" por el físico escocés Sir Robert Alexander Watson-Watt y este mismo físico desarrolló, junto con el ejército británico, un sistema para identificar aviones aliados en el radar, para que la preparación contra los ataques enemigos fuera realmente efectiva.
Así, se desplegaron transmisores en aviones ingleses que dieron diferentes respuestas al radar, indicándolos como aliados. De esta forma se implementó el primer sistema de identificación por radiofrecuencia.
¿Cómo funciona?
Un sistema RFID está compuesto básicamente por una antena, un transceptor, que lee la señal y transfiere la información a un dispositivo lector, y también un transpondedor o etiqueta RF (radiofrecuencia), que debe contener el circuito y la información a transmitir. Estas etiquetas pueden estar presentes en personas, animales, productos, embalajes, en definitiva, en diversos equipos.
Así, la antena transmite la información emitiendo la señal del circuito integrado su información al lector, que a su vez convierte las ondas de radio RFID en información digital. Después de convertirlos, un ordenador puede leerlos y comprenderlos para analizar los datos.
Etiquetas RFID
Hay dos tipos de etiquetas RFID: pasivas y activas.
- Pasiva: estas etiquetas utilizan la frecuencia de radio del lector para transmitir su señal y, por lo general, tienen su información registrada de forma permanente cuando se fabrican. Sin embargo, algunas de estas etiquetas son "regrabables".
- Activo: los tags activos son mucho más sofisticados y costosos y tienen su propia batería para transmitir su señal a una distancia razonable, además de permitir el almacenamiento en una memoria RAM capaz de almacenar hasta 32 KB.
Aplicaciones
Bionix Technologies dispone de diferentes soluciones RFID que permitan mejorar la eficiencia y productividad de los diferentes negocios, revolucionando la cadena de suministro. Bionix diseña, desarrolla y fabrica todo el software y los dispositivos que forman parte de la plataforma Cixxonia, creada para aportar valor añadido a los clientes.
Control de paso
La tecnología de control de paso se puede utilizar tanto en las estaciones de peaje y estacionamiento, como para controlar productos en transportadores. Basta que el objeto pase por un sensor para que capta su identificación y, según la demanda, dispara (programando) las acciones necesarias.
Control de inventario
Esta tecnología ya se utiliza en empresas medianas y grandes, especialmente cuando se trata de grandes inventarios de productos, donde el control debe actualizarse rápidamente. Si el producto tiene una etiqueta RFID, con sensores en los estantes y / o sesiones de stock, se identificará fácilmente cuando el stock entre y salga.
Rastreo
El uso de la tecnología RFID para rastreo ya es utilizado por empresas que necesitan control y logística de camiones. Por ejemplo, cuando un camión carga y descarga, pasa por varias etapas dentro de una empresa, cuando se instala una etiqueta de RF en su parabrisas, el camión pasa por los lectores y deja su ubicación disponible para el contro. Otra forma de rastreo que se está utilizando es para inhibir el robo de carga, las empresas implementan el sistema RFID en la carga para facilitar su ubicación.
Identificación
La tendencia es que la tecnología RFID también se utilice para identificación biométrica, con la etiqueta RF en pasaportes y documentos de identidad. De esta manera, los detalles y la información del individuo pueden ser más precisos, eliminando la necesidad de múltiples documentos. Esta tecnología también se está estudiando para su uso en humanos, eliminando la documentación impresa.
Sustituye a los códigos de barras
¿Imaginas que para pagar la compra solo necesitas pasar carrito lleno cerca de un receptor a la salida del supermercado? Sí, con RFID las compras serían así de rápidas, porque una antena sería capaz de identificar todo lo que estás llevando y generaría una factura al salir. En algunos casos, tanto la etiqueta RFID como el código de barras pueden estar presentes en los productos.
Modalidades deportivas
Actualmente, algunas modalidades de carreras utilizan este sistema para medir con precisión el tiempo del deportista. Las etiquetas pasivas implantadas en los vehículos son leídas por varias antenas instaladas por el circuito. Los corredores están acostumbrados a colocar el dispositivo RFID en los deportivos para registrar sus marcas.