La Unión Europea está intentando regular las criptomonedas a través de la Directiva de Mercados en Criptoactivos (MiCA), un intento ambicioso de crear un nuevo marco regulatorio para todos los criptoactivos no regulados. Europa lo propuso en 2020 y todavía están esperando una votación parlamentaria, que se suponía que tendría lugar el lunes pasado, pero se retrasó en el último minuto.
La razón para retrasar esta tan esperada votación fue evitar una posible interpretación errónea de algunas directivas que podrían prohibir el uso completo de criptomonedas que usan el algoritmo “Sistema de prueba de trabajo” para validar transacciones. Esto incluiría las dos criptomonedas más populares, Bitcoin y Ether.
Si bien algunos países europeos han planteado preocupaciones ambientales relacionadas con el uso de criptoactivos, el objetivo inicial de MiCA no es prohibir ningún tipo de moneda. Stefan Berger, el encargado de preparar el informe para el Parlamento Europeo, dijo en Twitter: "es fundamental para mí que la Directiva MiCA no se malinterprete como una prohibición de facto de bitcoin".
Todavía no hay una nueva fecha para la votación, pero podríamos ver una nueva votación programada para finales de marzo o principios de abril.
Regular o prohibir más actividades de las que originalmente pretendía el texto es uno de los riesgos que se derivan del documento MiCA de 168 páginas. Pero hay otros temas que también podrían revisarse o modificarse, considerando los eventos recientes en la industria de las criptomonedas.
Una actividad que está fuertemente regulada son las monedas estables. La propuesta, redactada en 2019 y presentada en 2020, parece estar impulsada por los temores de un riesgo planteado por la moneda de Facebook, Libra. MiCA propone crear una nueva regulación ad hoc para las monedas estables, lo que no es necesariamente algo malo, pero los requisitos y prohibiciones establecidos en la ley hacen que sea muy difícil, o incluso poco atractivo, que los emisores de monedas estables creen o comercialicen monedas en Europa.
En primer lugar, MiCa establece que, “en la UE, ninguna moneda estable puede ofrecerse al público ni admitirse a cotización en una plataforma de negociación de criptoactivos, a menos que el emisor esté autorizado en la UE y publique un libro blanco aprobado por la autoridad nacional competente (NCA)”.
En segundo lugar, la propuesta también establece obligaciones de conducta para los emisores de monedas. Establece normas y requisitos para las posibles comunicaciones de marketing y las obligaciones de información continua, como la obligación de los emisores de establecer un procedimiento de tramitación de reclamaciones. Más requisitos significarían que los emisores tendrían que cumplir con las normas sobre conflictos de intereses; notificación de cambios de administración a la autoridad competente; acuerdos de gobernanza; propios fondos; la reserva de activos que respaldan los tokens referenciados a activos (es decir, monedas estables); y sobre la custodia de los activos de reserva.
En tercer lugar, los emisores deben invertir los activos de reserva solo en activos que sean seguros y de bajo riesgo. Además, prohíbe a los emisores de monedas estables y a los proveedores de servicios de criptoactivos otorgar intereses a los titulares de tokens con referencia a activos, lo que puede traducirse en una prohibición de prácticas como el staking (adquirir criptomonedas y mantenerlas bloqueadas en una wallet con la finalidad de recibir ganancias).
Esta última prohibición es otro ejemplo de regulación que puede analizarse más a fondo, ya que puede entrar en conflicto con otras políticas como las monedas digitales del banco central (CBDC).
MiCA se redactó cuando las monedas estables privadas se consideraban productos no regulados que podrían representar un riesgo sistémico significativo para el sistema financiero. Dos años después, los bancos centrales y los gobiernos parecen ver las monedas estables como un riesgo más manejable si se regulan adecuadamente. Por lo tanto, las regulaciones deben lograr el equilibrio adecuado entre mitigar o eliminar este riesgo y proporcionar un marco para crear y emitir monedas estables.