Intel ha decidido no continuar con las distintas microarquitecturas de su primera generación de tarjetas de video Arc. La empresa considera que deben centrarse en una microarquitectura y no en varias.
Cuando Intel anunció su regreso al mercado de las tarjetas gráficas en 2020, la compañía presentó cuatro microarquitecturas para sus nuevas GPU. Pero Intel dice que ha sido una mala decisión a nivel de comercialización, ya que mantener las cuatro microarquitecturas supone un gran esfuerzo.
Según dice el ingeniero senior de Intel, Tom Petersen, de ahora en adelante se invertirá solo en la arquitectura Xe2-HPG y en la arquitectura Xe2-LPG para la segunda generación de tarjetas de video Arc, conocidas con el nombre en clave de Battlemage.
Según lo filtrado, la arquitectura Xe2-LPG se utilizará en las tarjetas gráficas integradas mientras que la Xe2-HPG para las tarjetas gráficas dedicadas.
Petersen dijo que a medida que Intel continúa con su hoja de ruta, se ha dado cuenta de que el proceso de segmentación de la oferta, iniciado en ese momento, ha resultado ser un desperdicio y muy costoso. En resumen, Arc será "una cosa" y se llevará a las distintas plataformas sin modificaciones.
El desarrollo de microarquitecturas de GPU muy diferentes trae consigo varias ventajas tanto en el rendimiento como en el tamaño del troquel.
Una GPU un poco más pequeña sin funciones como el trazado de rayos puede ahorrar cientos de millones de dólares. Core Xe-HPC rediseñado para las cargas de trabajo más intensivas ofrece beneficios de rendimiento medibles.
Sin embargo, con el esquema utilizado para la primera generación de tarjetas Arc, se pidió a Intel que diseñara, probara y produjera hasta nueve variantes de GPU diferentes, algo extremadamente complejo en la práctica incluso para un gigante como Intel.
En este punto, queda por ver si las GPU Xe2 Battlemage llegarán al mercado a tiempo para competir con las mejores tarjetas gráficas de AMD y NVidia.