100 millones de grados Celsius. Es la temperatura que alcanza el plasma en el interior de un reactor tokamak esférico ST40, un récord mundial histórico para una empresa privada. La empresa inglesa Tokamak Energy con sede en Oxford, ha conseguido en apenas cinco años y ni siquiera 50 millones de libras un hito histórico que, según Tokamak, “confirma aún más que los tokamaks esféricos son la mejor solución para el suministro de energía de fusión comercial limpia, segura, de bajo coste, escalable y globalmente distribuible”.
Se trata de casi siete veces la temperatura del núcleo del Sol, muy superior a la alcanzada a principios de año -y ya sorprendente- por el reactor de fusión chino EAST, que mantuvo los 70 millones de grados centígrados durante 17 minutos. Tokamak Energy no reveló cuánto tiempo se mantuvo el plasma a una temperatura récord, pero el logro fue verificado por un grupo independiente de expertos internacionales a través de las más de 25 herramientas de diagnóstico integradas en el ST40.
Los reactores Tokamak construidos en los últimos setenta años (el primero data de los años cincuenta) son mayoritariamente propiedad de organismos públicos. Estos proyectos a menudo se han centrado en estudiar el proceso de fusión y comprender los problemas relacionados.
Los 100 millones de grados centígrados no son nada nuevo para los reactores "públicos", lo son para un instrumento relativamente pequeño y simple como el de Tokamak. Ahora la empresa centrará su atención en el ST-HTS, un reactor más avanzado que entrará en funcionamiento dentro de dos años y que debería ser el primer paso para la primera planta comercial real en 2030.
“Estamos orgullosos de haber alcanzado este punto de inflexión que nos permite dar un paso hacia una fuente de energía nueva, segura y libre de carbono. Cuando se combinan con imanes HTS, los tokamaks esféricos son la forma óptima de obtener energía de fusión comercial limpia y de bajo costo. Nuestro próximo dispositivo combinará estas dos tecnologías líderes en el mundo por primera vez y es crucial para lograr el objetivo de proporcionar energía de bajo costo con reactores compactos”, dijo el CEO de Tokamak, Chris Kelsall.