Los motores de búsqueda utilizan algoritmos para determinar, más allá de cada palabra clave, la intención real y el significado preciso de las solicitudes de los usuarios de Internet. Las palabras ahora se analizan por grupo y se examinan las relaciones entre ellas. El objetivo es mostrar los resultados más adecuados para satisfacer las expectativas de los usuarios.
La redacción de contenido para la web se ha visto directamente afectada. Los textos optimizados son necesariamente ricos en información, precisos y completos. Una buena visibilidad en la web y un ranking privilegiado en los buscadores implican contenidos editoriales de alto valor añadido.
Partiendo de palabras clave rigurosamente seleccionadas, la optimización semántica requiere definir sus campos léxicos, utilizando expresiones long tail, utilizando sinónimos y términos asociados para expandir el entorno semántico de las páginas de un sitio web. Para ello, puede resultar fundamental realizar un análisis semántico de la competencia o de las consultas que realizan los internautas, en particular mediante herramientas estadísticas específicas. Luego se estudia la popularidad de las palabras clave seleccionadas para descartar a aquellas que son demasiado competitivas o, por el contrario, con un volumen de búsqueda demasiado bajo; los más relevantes están integrados en el contenido.
La arquitectura semántica es entonces: elaborar textos estructurados y argumentación jerárquica. Todo ello con el fin de fidelizar a los usuarios de Internet y adaptarse a sus necesidades.
En términos de referenciación natural, gracias a un análisis semántico dirigido específicamente a las necesidades de los usuarios de Internet, el sitio puede implementar una estructura de árbol eficiente, una red interna optimizada y lógicamente contenido editorial igual de optimizado.
Para desarrollar un sitio optimizado debemos utilizar un contenido semántico muy similar, unidas entre sí gracias a una sólida organización de enlaces internos. Al abordar temas relacionados o complementarios, con enlaces internos contextualizados, en diferentes páginas del mismo sitio, la navegación se vuelve más fluida, el tráfico generado aumenta y la tasa de conversión de la página aumenta.
Además, un trabajo cuidadoso con el contenido editorial y la estructura del sitio induce el uso de etiquetas HTML y una semántica eficaz en todos los niveles, incluidos títulos, leyendas de imágenes, textos de anclaje de enlaces, etiquetas de título. ... Muy popular entre los usuarios, el contenido adaptado y optimizado en el formato móvil es fundamental.
Gracias a la estructura semántica, las páginas parecen más legibles y comprensibles para los motores de búsqueda, lo que mejora su clasificación. Los usuarios de Internet, por su parte, son dirigidos a textos relevantes que corresponden a sus necesidades y gradualmente son guiados a las páginas principales del sitio.