Los rumores de que Apple está desarrollando un buscador que se convierta en la alternativa a Google es algo se habla desde 2015, pero recientemente estos rumores están tomando fuerza de nuevo. Según un nuevo informe, el gigante de Cupertino ha intensificado la investigación y el desarrollo sobre los algoritmos de búsqueda. No debemos olvidar que Apple recibe grandes cantidades de dinero por colocar Google por defecto en los iPhone, iPad y Mac, por lo que desconocemos el objetivo final de esta tecnología en desarrollo.
La existencia de AppleBot, un rastreador desarrollado por Apple como alternativa a los de Google para rastrear Internet y generar su propio índice fue detectado por primera vez en 2015, y desde entonces continúa visitando los sitios. Este año ya en agosto se descubrió que Apple iOS 14 usa mucho menos el motor de Google para ofrecer a los usuarios enlaces cuando escriben una búsqueda, con una notable reducción en el tráfico a Big G en comparación con iOS 13.
Recordemos que se estima que Apple gana de Google una suma de alrededor de 12 mil millones de dólares al año por colocar el motor de búsqueda de Google en todos los dispositivos y ordenadores de Apple. Y este es precisamente uno de los aspectos más destacados de la investigación antimonopolio de Estados Unidos sobre el supuesto abuso de posición dominante por parte de Big G en las búsquedas y la publicidad online.
La contratación de ingenieros especializados en buscadores por parte de Apple también son señales evidentes de que Apple está desarrollando tecnología de búsqueda. Comenzó con la contratación de John Giannandrea en 2018, exjefe de investigación de Big G, así como otros expertos e ingenieros especializados.
Hasta ahora, la mayoría de las iniciativas y noticias de Apple en esta área se han denominado mejoras en las búsquedas de Siri y Spotlight. Pero según el informe del Financial Times, el alcance y el objetivo se habrían ampliado considerablemente, hasta el punto de sugerir incluso la posible ambición de Apple de volverse menos dependiente, si no autónoma, de Google.
Fuente: Financial Times